Nuestro Viaje a la Estupa de Valle de Bravo, 2018.
Nuestro Viaje a la Estupa de la Paz. Valle de Bravo, 2018.
En los primeros días de Abril de 2018, un grupo formado por 23 personas de la sangha de Casa Tibet México, Sede Guadalajara, tuvimos la oportunidad de viajar la la Gran Stúpa para La Paz situada en Valle de Bravo.
Una stūpa (sánscrito) o estupa, es un monumento funerario dedicado a la paz, prosperidad y armonía del mundo, construidas sobre tierras escogidas. Estas edificaciones simbolizan el desarrollo del espíritu humano y su potencial para llegar a la iluminación.
Nuestro grupo, a quienes los encargados de este espacio de meditación, Ana y Alain, previamente nos habían regalado una plática sobre la gran aventura que ha sido contar con este centro de retiro, su construcción, características, y las bendiciones que conlleva visitar, salimos de la ciudad de Guadalajara el Jueves 5 de abril a media noche , para estar allá el viernes por la mañana, previa parada a desayunar en Avándaro.
En la estupa, tuvimos oportunidad de practicar un par de horas, antes de preparar la comida en la cabaña de loa anfitriones, donde todos participamos y cooperamos. Por la tarde nuevamente practicamos hora y medía antes de que la mayoría fuéramos de regreso al hotel en Avándaro.
Sin duda, la mejor forma de describir una Estupa es como una representación de un Buda coronado: “…si te fijas bien, la base cuadrada simboliza sus piernas cruzadas, la parte media su torso y la superior su cabeza. Es una especie de montaña sagrada que tiene el único objetivo de enviar buena voluntad a todos los seres vivos del planeta.”
Cada uno de sus niveles constituye uno de los cinco elementos de una mente iluminada. El cuadrado inferior se identifica con la tierra, la parte redonda el agua, el espiral el fuego, en la parte más alta el viento, y el espacio mismo que representa la extensión que abarca Buda/Loto.
Sus frutos son para todos aquellos que escuchen hablar de ella, la toquen, la admiren, caminen a su alrededor y oren ante ella, y aun más, ya que se encuentra adornada por “banderas de oración”, insignias multicolor que son colocadas con el fin de que el viento las agite fuerte hasta desprender y llevar sus bendiciones a muchos seres más.
Al día siguiente, salimos temprano para desayunar en la cabaña de meditadores , practicamos un par de horas, e hicimos una caminata para abrir apetito. Por la tarde el grupo realizó otra caminata y terminamos con una nueva sesión de practicas.
Pasamos un tiempo increíble, apreciando mucho las condiciones para poder vincularnos con la Estupa, y muy agradecidos por el trabajo de tanta gente para que eso fuera posible, por lo que especialmente reiteramos nuestro agradecimiento a Ana y Alain.
Una experiencia inolvidable, por ello, ¡Ya estamos planeando la III Gran Peregrinación para el 2019!
Casa Tibet México,
Sede Guadalajara.
Abril 2018.